Hay botones en el salpicadero de tu coche que no has usado y que, probablemente, no vas a usar jamás. Al fin y al cabo, solo los bichos raros tienen el valor suficiente como para mirarse el manual del vehículo nada más comprarlo. Pues bien, hay un botón que mucha gente no ha usado nunca, pero que te cambia la vida una vez lo conoces. Y no, no hace falta estudiarse el manual para reconocerlo.
Hablamos del botón que permite la recirculación del aire acondicionado. Dominarlo no tiene ninguna ciencia, pero te va a permitir viajar mucho más cómodo con tu vehículo una vez comprendas lo que hace. Sin más presentaciones, vamos al lío.
- ¿Cómo funciona la recirculación del aire condicionado de un coche?
- ¿Para qué sirve el botón de recirculación del aire acondicionado?
- Casos en los que NO usar la recirculación de aire
- La importancia del filtro del habitáculo
¿Cómo funciona la recirculación del aire condicionado de un coche?
Podríamos decir que tu coche respira igual que tú. No es una caja hermética como tal, sino que toma aire del exterior. Pues bien, a la hora de encender el aire acondicionado o la calefacción, podemos elegir si queremos introducir aire nuevo del exterior del coche, o recircular el que ya tenemos.
En principio, esto último puede parecer una guarrada. Pero, sabiendo que todos los coches lo tienen, es obvio que tiene una utilidad. Cuando activamos el botón, las rejillas exteriores del sistema de ventilación se cierran. Y luego, el aire interior pasa una y otra vez por el sistema de climatización.
¿Para qué sirve el botón de recirculación del aire acondicionado?
Existen unas cuantas situaciones en las que te va a interesar tener el botón a mano. Son las siguientes:
Enfriar el coche más rápidamente en verano
Cuatro de la tarde de un día de agosto. Has dejado el coche a pleno sol. No hay reflector para el parabrisas que te libre de los más de 50 grados a los que estará seguramente el habitáculo. Antes de entrar, deberías bajar un par de ventanillas y tratar de hacer corriente con una de las puertas para no desmayarte al entrar al coche. Y luego, el botón de recirculación va a hacer la magia.
Nos subimos al coche, subimos las ventanillas, ponemos el aire acondicionado y pulsamos el botón de recirculación. El coche se va a enfriar con mucha más rapidez. Y esto no es ningún tipo de brujería, sino que estamos haciéndole el trabajo más fácil al compresor.
En lugar de aspirar aire caliente del exterior y tratar de enfriarlo, lo que estamos haciendo es enfriar una y otra vez el aire que ya se ha comenzado a enfriar en el habitáculo. Si tu coche es el típico que, en una situación de estas, es incapaz de llegar a enfriar el aire, prueba este truco, que ya te adelantamos que funciona a las mil maravillas.
No obstante, si notas que el climatizador de tu vehículo ya no funciona como antes, echa un ojo a este post en el que hablamos de por qué el aire acondicionado del coche ya no enfría.
Evitar los síntomas de la alergia
Otra situación en la que el botón se vuelve imprescindible es cuando vamos por primavera por una carretera en la que haya mucha vegetación. Bueno, quien dice vegetación, dice cualquier tipo de criatura vegetal cuyo polen active las alarmas de tu sistema inmune —en mi caso, buena parte de las 12.000 especies de gramíneas que hay en este planeta—.
Pues bien, no es necesario ni que empieces a notar los síntomas. Tal y como localices tu kryptonita, pulsa el botón de recircular. Estamos hablando del caso en el que el alérgico sea el conductor, pero si el paciente es otro pasajero, pues haz un tanto de lo mismo. Por cierto, si este caso te afecta, lee el último bloque de este artículo, porque es también muy importante para las personas que tienen enfermedades respiratorias.
Protección ante olores y contaminación
Vamos con otra situación del día a día. Te paras en un semáforo y el coche de delante es uno de esos que sabes a ojo que no va a pasar la ITV, pero ni en sus mejores sueños. El humazo negro no solo salta a la vista, sino que lo estás empezando a respirar aunque tengas las ventanillas bajadas.
No hace falta que te diga lo que tienes que hacer, ¿verdad? Efectivamente, pulsamos el botón y dejamos que el colega con su Seat León reprogramado malamente se vaya a molestar a otro.
Por cierto, este truco también es muy útil cuando circulamos cerca de algún sitio que huele mal, como puede ser un campo recién abonado o cuando pasamos por una carretera que está paralela a un centro de aguas residuales. Vamos, que también es una herramienta de puro confort.
Ahorro de energía y durabilidad del compresor
Si vas a hacer un recorrido corto, también puedes usar esta función. La idea va a ser la de restarle trabajo al compresor, como ya hemos dicho antes.
Los aires acondicionados de los coches suelen morir por ahí, y no son precisamente baratos de reparar. Recirculando el aire, este componente no va a trabajar con tanto estrés y aumentaremos su vida útil. Además, también tendremos un pequeño ahorro de combustible.
Casos en los que NO usar la recirculación de aire
Hay un par de casos en los que usar la recirculación va a ser contraproducente, así que te conviene conocerlos para no meter la pata:
El aire acondicionado del coche funciona como un deshumidificador. Pero, si forzamos la recirculación en días muy húmedos, como cuando hay lluvia, lo que va a pasar es que la humedad se va a concentrar en el habitáculo. Vamos, que va a pasar lo mismo que cuando te duchas con agua caliente y dejas la puerta cerrada. Los cristales del coche se van a empañar y la situación se puede volver peligrosa.
Tampoco es correcto tener el sistema activo durante largos periodos. Si vas a hacer un viaje largo, puedes ir conectando y desconectando el sistema cada cierto tiempo, con el objetivo de que el aire se vaya renovando. Lo ideal es no mantener el sistema activo más de 10 minutos seguidos. O, por lo menos, eso es lo que recomiendan los fabricantes, así que mejor hacerles caso.
La importancia del filtro del habitáculo
Podríamos saltarnos esto último, pero es más importante de lo que parece. Todo el aire que entra al habitáculo, pasa por un filtro. Cuando reciclamos el aire, lo que hace el sistema de ventilación es pasar una y otra vez el aire por ese filtro.
¿Y dónde está el problema? Pues, que se supone que el filtro del habitáculo se debe cambiar una vez al año. Y… casi nadie lo hace. Alargar la vida de este consumible un año más de la cuenta es malo, pero no tanto como no cambiarlo nunca. Y es que, muchos coches van por ahí con el mismo filtro que le pusieron en la fábrica hace una década.
El filtro del habitáculo se llena de humedad. Y con ella, llegan los hongos y las bacterias, que no solo dan mal olor al coche, sino que también pueden producir enfermedades respiratorias —no hablemos ya si eres asmático, alérgico o si padeces algún otro tipo de enfermedad de esta categoría—. Por tanto, es muy importante tener un filtro en buen estado antes de poner el coche a recircular el aire. Los filtros valen muy poco dinero y casi siempre se pueden cambiar en 5 minutos sin ir a un mecánico —en YouTube hay vídeos que te explican cómo hacerlo en el coche que quieras—.
Un último apunte. La calidad del filtro también es importante. Los hay sencillos, pero también hay otros que son un poco más caros, pero que son de carbón activado. Después de haber probado todos los tipos, te recomiendo que inviertas un poco más en uno de estos últimos. Son mucho más efectivos contra el polvo, los pólenes y cualquier tipo de patógeno.
Hemos llegado al final, pero te vamos a recomendar que te quedes con nosotros leyendo esta entrada en la que hablamos de cuánto combustible consume el aire acondicionado del coche.
El artículo Qué hace exactamente el botón de recirculación del aire acondicionado del coche fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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