Los ancestros de las ballenas no fueron animales marinos, la historia de estos mamíferos empezó tierra adentro

Si el titular del artículo ya te ha resultado sorprendente, ¿qué me dirías si te cuento que las ballenas y los hipopótamos están emparentados? No se parecen, no viven en el mismo hábitat y no siguen la misma dieta. Sin embargo, su línea evolutiva converge en un mismo animal, que vivió en nuestro planeta hace cientos de millones de años.

La curiosa evolución de animales terrestres en gigantes marinos

Partimos de la base de que los hipopótamos descienden de un grupo extinto de animales semiacuáticos, denominado antracotéridos, que vivieron desde el período Eoceno a finales del período Mioceno. Fue durante este último período, hace 15 millones de años, cuando los hipopótamos se separaron del resto de miembros del grupo.

Sin embargo, sabemos que si retrocedemos más en el tiempo, hace 50 millones de años, podríamos toparnos no solo con un ancestro de los hipopótamos, sino con un animal que pudo ser el punto de partida terrestre de las actuales ballenas. El nombre de ese animal era Pakicetus. Se sabe que podía caminar sobre cuatro patas y que habría comido carne de animales terrestres y marinos. Su hábitat habría sido el mar de Tetis, ubicado en lo que ahora sería Pakistán e India.

Fue un fósil descubierto en el año 1983 el que empezó a darnos pistas acerca de la relación entre las actuales ballenas y estos animales prehistóricos. El dato que realmente unió ambos animales se halló en su cabeza. Aquel fósil poseía un hueso del oído similar al que tienen las ballenas, teniendo una estructura tan única que les habría permitido escuchar bajo el agua.

El Pakicetus fue acercándose cada vez más a los hábitats acuáticos, empezando su proceso de transformación con el género extinto de los Ambulocetus, que literalmente significa ballena que camina, animales que vivieron hace 48 millones de años y tenían una larga cola para nadar. Solían pasar tanto tiempo en tierra como en el agua, aunque aún tenían cuatro patas.

Entre 40 y 33 millones de años, la evolución continuó su camino y dio paso a los basilosáuridos, una subfamilia extinta de cetáceos con patas posteriores más pequeñas y fosas nasales más atrasadas, casi a medio camino entre un hocico y un espiráculo. Además, también se puede constatar la aparición de los dorudóntidos, animales de 5 metros de longitud, patas traseras pequeñas y aletas, que ya pasaban todo el tiempo en el agua.

La doctora Ellen Coombs, en declaraciones recogidas en el comunicado publicado en la página web del University College London, habla acerca del estudio publicado en la revista científica Current Biology acerca de la evolución de las ballenas:

En 8 millones de años, los ancestros de las ballenas pasaron de ser completamente terrestres, como el Pakicetus de cuatro patas y con pelo, que vivió cerca del mar de Tetis, a ser completamente acuáticos. Esto es super rápido en términos evolutivos.

Los descendientes directos de las actuales ballenas sabemos que son los dorudóntidos, un género de animales que empezaron a desarrollar cráneos más planos y su sistema de filtración de comida hace 34 millones de años. Otros miembros de dicho género conservaron sus dientes y acabaron por convertirse en animales muy conocidos hoy en día, como orcas o delfines.

El artículo Los ancestros de las ballenas no fueron animales marinos, la historia de estos mamíferos empezó tierra adentro fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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