China lo acaba de conseguir: ha aterrizado en la cara oculta de la Luna

Desde hace décadas, diferentes misiones de la NASA, y de agencias espaciales de otros países, han buscado la manera de poner sobre la superficie de la Luna algunos de sus ingenios, con el fin de conocer aún más en detalle a nuestro satélite. Es verdad que el programa Artemis nos invita a soñar con el regreso del ser humano a la Luna, pero muchos países están dando pasos de gigante en la conquista espacial, como ha sucedido, en este caso, con china y su misión Chang’e 6.

La histórica misión China en la cara oculta de la Luna

Gracias a los detalles relatados en el comunicado de la agencia de noticias estatal china Xinhua, hemos podido tener constancia del éxito de la misión Chang’e-6, que ha podido alunizar en la cara que no vemos del satélite natural de la Tierra.

A las 0:23 horas, en horario peninsular español, del día 2 de junio, la sonda de la misión consiguió aterrizar en la superficie de la Luna, más concretamente en la denominada Cuenca Aitken, una de las mayores estructuras de impacto del sistema solar y que cuenta con un diámetro de 2.500 kilómetros y 12 kilómetros de profundidad.

Esta misión, que cuenta con un orbitador, una nave de retorno, un módulo de alunizaje y una nave de ascenso, tiene como objetivo recuperar muestras de un entorno lunar no explorado y traerlas de vuelta a la Tierra. Y no sólo eso. La misión también busca conocer el desempeño de tecnologías clave como el control de la órbita retrógrada distante, el muestreo inteligente o el descenso y ascenso desde la cara oculta de la Luna.

El módulo de alunizaje cuenta con un amplio sistema de sensores, entre los que cabe destacar los que miden microondas, los láser y los de fotografía óptica, que servirán para identificar obstáculos y para medir distancias y velocidades. Una de las curiosidades de este módulo es que utiliza sensores de rayos gamma, para evitar interferencias con el polvo lunar durante el aterrizaje.

A partir de este momento, la misión tiene el objetivo de recuperar muestras del suelo lunar durante dos días y lo hará de dos maneras: a través de un brazo robótico, que se encargará de obtener rocas de la superficie, y a través de la perforación, para recopilar muestras subterráneas. Eso sí, la recuperación de muestras ha sido pensada para ser más eficiente y ahorrar tiempo, dado que la ventana de comunicación con la Tierra es mucho más corta.

En la misión Chang’e-6 se espera que se envíen 400 instrucciones durante el muestreo, mientras que para la misión Chang’e-5 el número de instrucciones ascendió a las 1.000. Cuando el control de tierra envíe una señal, el módulo ejecutará, de manera autónoma, las acciones correspondientes y utilizar los datos captados en tiempo real con los sensores para evaluar si el proceso se ha realizado de manera óptima, reduciendo el número de comandos necesarios.

El artículo China lo acaba de conseguir: ha aterrizado en la cara oculta de la Luna fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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