
El tiburón de Groenlandia (Somniosus microcephalus) es el vertebrado más longevo del planeta. Con una vida que puede alcanzar los 400 años o más, estos colosos del Ártico han desafiado las leyes del envejecimiento. ¿Cómo es posible que un animal marino viva cuatro siglos? Según un reciente estudio compartido a través de biorxiv, la clave parece estar en su extraordinaria capacidad para reparar su ADN, que ha revolucionado nuestra comprensión sobre la longevidad en el mundo animal.
La genética que desafía el tiempo
Los científicos han logrado secuenciar el ADN del tiburón de Groenlandia y han encontrado algo asombroso: posee un genoma con más de 6.500 millones de pares de bases, más del doble que el del ser humano. Pero lo más impactante no es su tamaño, sino su capacidad para reparar las secuencias dañadas, evitando así el desgaste celular que provoca el envejecimiento.
Dentro de este ADN se han identificado genes reparadores únicos, similares a los presentes en animales de gran longevidad como las tortugas gigantes de Galápagos o la ballena de Groenlandia. Específicamente, la proteína TP53, conocida como la «guardiana del genoma», juega un papel crucial en la protección de las células contra mutaciones y enfermedades degenerativas. Este mecanismo natural de defensa celular es lo que permite que estos tiburones vivan durante siglos sin desarrollar problemas asociados a la edad.
Tiburones gigantes de ayer y hoy
A lo largo de la historia, han existido tiburones que superaban con creces el tamaño del tiburón de Groenlandia. El Megalodón (Otodus megalodon), por ejemplo, reinó en los océanos hace millones de años y podía alcanzar los 18 metros de longitud, convirtiéndolo en uno de los mayores depredadores que han existido. Su mordida era tan potente que podía aplastar fácilmente los huesos de ballenas enteras.
Por otro lado, los tiburones más peligrosos de la actualidad no destacan por su tamaño, sino por su ferocidad. El tiburón blanco (Carcharodon carcharias), por ejemplo, es responsable de la mayoría de ataques documentados contra humanos, seguido del tiburón tigre (Galeocerdo cuvier) y el tiburón toro (Carcharhinus leucas). Estas especies combinan velocidad, fuerza y un instinto depredador que los convierte en los cazadores más temidos de los océanos.
¿Podría la ciencia replicar esta secuencia genética?
El descubrimiento del mecanismo genético que permite al tiburón de Groenlandia envejecer más lentamente ha abierto un nuevo campo de estudio en biotecnología y medicina. Si se logra comprender y replicar este proceso en humanos, podríamos estar más cerca de ralentizar el envejecimiento e incluso prevenir enfermedades relacionadas con el deterioro celular.
Aún quedan muchas preguntas por responder, pero una cosa es segura: estos tiburones han guardado su secreto durante siglos en las profundidades del océano, y ahora, por fin, la ciencia ha comenzado a descifrarlo.
El artículo Hay tiburones que pueden vivir 400 años y acabamos de descubrir cuál podría ser el secreto de su longevidad fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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