Encontró una roca y creía que estaba hecha de oro. Realmente era todavía más valiosa

David Hole se encontraba en el parque regional Maryborough, ubicado en el estado australiano de Victoria, cuando su detector de metales captó una señal. Lejos de tratarse de una baratija o de cualquier tipo de objeto metálico, lo que este hombre descubrió fue una gran piedra, con una tonalidad rojiza. Pensando que podría encontrar una pepita de oro en su interior, se la llevó a casa para intentar abrirla. La sorpresa llega a continuación.

El origen de la piedra Maryborough

El parque regional Maryborough se encuentra en la región de Goldfields-Esperance, uno de los lugares donde la fiebre del oro arrasó en pleno siglo XIX. Es por ello que David Hole imaginó que en el interior de la roca podía encontrarse el preciado metal. Nada más lejos de la realidad. Después de intentar abrir la piedra de mil maneras distintas, el hombre no pudo crear ninguna grieta que permitiese ver su interior. Y es que no estaba ante una piedra convencional.

Lo que se descubrió años después, y que se explica a la perfección en el artículo publicado en la revista científica Proceedings of the Royal Society of Victoria, es que David había llevado a su casa un meteorito, que acabó siendo bautizado como Maryborough, en honor al lugar donde se hizo el descubrimiento. Fue al llevar la roca al Museo de Melbourne cuando este hombre pudo conocer la naturaleza de su hallazgo.

Imagen del interior del meteorito de Maryborough

Imagen del interior del meteorito de Maryborough

Los científicos aseguran que el meteorito tiene 4.600 millones de años y que pesa 17 kilogramos. Después de utilizar instrumentos capacitados para cortar una sección de su material, se pudo averiguar que estaba formado por un alto porcentaje de hierro, lo que lo convertía, técnicamente en una condrita ordinaria de tipo H5. Tal y como puedes apreciar en la imagen superior, se pueden observar gotas cristalizadas de minerales metálicos, que habitualmente son denominadas como cóndrulos.

Dermot Henry y Bill Birch, geólogo del Museo de Melbourne, posando con el meteorito Maryborough

Dermot Henry y Bill Birch, geólogo del Museo de Melbourne, posando con el meteorito Maryborough

Dermot Henry, responsable científico del Museo de Melbourne, asegura que «los meteoritos son la forma más barata de exploración espacial». Aclarando esta afirmación, el científico afirma: «nos transportan atrás en el tiempo, proporcionándonos pistas sobre la edad, formación y química de nuestro sistema solar«. De hecho, el señor Henry continúa explicando:

Algunos proporcionan un vistazo al interior profundo de nuestro planeta. Algunos meteoritos tienen polvo de estrellas incluso más viejo que nuestro sistema solar, lo que nos muestra cómo las estrellas se forman y evolucionan para crear elementos de la tabla periódica. Otros meteoritos raros contienen moléculas orgánicas como los aminoácidos, que son los bloques fundamentales para la vida.

El artículo Encontró una roca y creía que estaba hecha de oro. Realmente era todavía más valiosa fue publicado originalmente en Urban Tecno.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*