
Un grupo de científicos se subió a un barco rumbo a Islandia, con el fin de realizar trabajo de investigación en el año 2006. Lo que no se imaginaban es que acabarían por descubrir al animal más antiguo de que nunca se ha tenido constancia y que este, por desgracia, acabarían muriendo en ser manipulado por los científicos. Un descubrimiento y récord que no duró demasiado tiempo, pero que nos habla de la extensa biodiversidad del planeta.
La historia de Ming, el animal más antiguo de planeta
Los científicos involucrados en la investigación obtuvieron varios ejemplares de Arctica islandica, una especie de molusco bivalvo de la familia Veneridae, del fondo marino y consiguieron datar su edad en los 405 años. Sin embargo, después de analizar el molusco con métodos más precisos, acabaron por establecer su edad en los 507 años, obteniendo así un récord Guinness que no puede ser consultado en su página web, dado que esta ya no está disponible.
Paul Butler, uno de los investigadores que descubrieron el ejemplar de Arctica islandica en 2006, aseguraba en el medio Science Nordic que «nos equivocamos la primera vez y, quizás, fuimos algo apresurados al publicar nuestros descubrimientos en aquel entonces, pero estamos absolutamente seguros que ahora tenemos la edad correcta». Sin embargo, la felicidad de los científicos contrastaba con una terrible noticia: el molusco había muerto al ser congelado para su conservación en el barco.

Imagen de archivo del molusco Ming expuesto en el Museo Nacional de Cardiff
Después de constatar su muerte, los científicos otorgaron el apodo de Ming al animal marino, dado que su edad le habria permitido existir en la misma época que la dinastía china del mismo nombre. Pero, ¿cómo es posible conocer la edad de un molusco? En este caso, la respuesta se encuentra en métodos como la datación por carbono-14 y por un sistema similar al que identifica la edad de un árbol. En este caso, cada año que cumple esta especie de molusco, un nuevo anillo emerge para incorporarse a su concha.
Rob Witbaard, biólogo marino que estuvo presente en el descubrimiento de esta especie en los años 80, aseguraba que «tenía varios ejemplares en mi colección que tenían más de 100 anillos de crecimiento, pero era difícil convencer a la gente de que eran realmente tan viejos». El propio científico también señala que «estos anillos de crecimiento se han convertido en una manera aceptada de datar la edad del Arctica islandica«.
Fue en el año 2013 cuando apareció un artículo, en la revista científica Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, donde se detalla la investigación realizada a esta especie de molusco, que no solo hablaba de su edad, sino que cómo Ming pudo ayudar a comprender mejor los cambios climáticos pasados. Paul Butler, investigador de la Universidad de Bangor en Gales, afirmaba:
La Arctica islandica nos proporciona una línea temporal año a año de la temperatura del océano (…) Existen numerosos métodos para encuadrar el pasado climático en tierra, pero para el ambiente marino tenemos datos más limitados. La Arctica islandica puede ayudar a rellenar el hueco en nuestro conocimiento y a proporcionarnos una imagen más precisa de nuestro pasado climático.
Acerca de los procesos que posibilitaron que Ming viviese más de 500 años, la bióloga marina Doris Abele asegura que el secreto de la longevidad del molusco se debe a su lento metabolismo, como si viviese a cámara lenta. La experta declara que «la A. islandica tiene un consumo de oxígeno muy bajo». Eso sí, también pone sobre la mesa la posibilidad de que sus genes también influyesen en su larga vida en el planeta.
El artículo Científicos descubren cuál era el animal más anciano del mundo, pero acabaron matándolo por error fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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