El lado oscuro de nuestras mascotas: los gatos pueden destruir la biodiversidad de nuestros ecosistemas

Son los psicópatas domésticos, los reyes de los hogares y la amenaza de los perros más tranquilos. Los gatos son uno de los animales de compañía más habituales en casas de todo el mundo y sus comportamientos son tan adorables como para pasarse una tarde entera viendo vídeos en TikTok. Sin embargo, tenemos que hablar seriamente acerca de la repercusión en nuestros adorables felinos en ciudades y pueblos de todo el mundo.

La verdadera naturaleza del gato amenaza la biodiversidad

La domesticación del gato, que dio origen a la especie Felis silvestris catus, comenzó una relación de dependencia de estos animales con el ser humano. Poco a poco, se acostumbraron a nuestra presencia y hoy en día son muchos los que apenas salen de casa, encontrándose realmente cómodos con todo lo que les ofrecemos. Sin embargo, no te creas que han perdido su capacidad de caza primitiva. Ni mucho menos.

Un reciente estudio publicado por la Sociedad Catalana de Herpetología nos invita a conocer el impacto en la naturaleza de aquellos gatos que abandonan la tranquilidad del hogar y que se dividen en tres grupos: los gatos que viven en jardines y patios, los gatos comunitarios, alimentados por los cuidadores de colonias, y los gatos asilvestrados, que han abandonado al ser humano.

Evidentemente, el problema no surge con los gatos domésticos, sino con aquellos que conviven con otros animales en la naturaleza. En el caso de los gatos comunitarios, su expansión en diferentes zonas urbanas los encuadra dentro del grupo de especies invasoras, siendo responsables de hasta el 14% de las extinciones que se registran de pequeños mamíferos, pájaros y reptiles en todo el mundo.

Y hablando de reptiles, tal y como se explica en sendos trabajos publicados en Global Change Biology y en el portal de investigación de la Universidad de La Coruña, estos animales invertebrados son los que más están padeciendo la furia de los gatos comunitarios y asilvestrados.

Antigoni Kaliontzopoulou, investigadora de Biología Evolutiva en la Universidad de Barcelona, asegura que el impacto negativo está científicamente demostrado, pero que suele negarse por parte de la sociedad. En un reciente artículo que ha publicado en National Geographic España, la científica asegura:

(…) es necesario clarificar que no todos los gatos son iguales. Por ejemplo, los animales de compañía esterilizados que no rondan libremente por las calles son totalmente compatibles con el bienestar de la fauna local. Sin embargo, los gatos cimarrones y callejeros, alimentados en colonias, fácilmente se pueden asilvestrar y llegar a números totalmente incompatibles con la conservación de la biodiversidad.

El artículo El lado oscuro de nuestras mascotas: los gatos pueden destruir la biodiversidad de nuestros ecosistemas fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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