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En la órbita de la Tierra, es necesario conocer la velocidad, la gravedad y la inercia de un satélite para que este se quede anclado en una posición y realice la labor para la que ha sido diseñado. Sin embargo, si nos vamos más allá del planeta y queremos desplegar satélites, sondas y telescopios espaciales, tenemos que acudir a un concepto que quizás hayas escuchado en alguna ocasión, pero no aún no sabrías definir.
Bienvenido a los puntos de Lagrange
Existen puntos cerca de la Tierra, según la definición publicada en la página web del Laboratorio Nacional de Investigación de Astronomía Óptica-Infrarroja, donde las fuerzas gravitacionales de dos cuerpos masivos, en este caso el Sol y la Tierra, encuentran un equilibrio para que un objeto pueda orbitar. Si hablamos del sistema conformado por nuestra estrella y nuestro planeta, estos puntos son denominados puntos de Lagrange.
Y antes de explicarlos, ¿qué tal si te presentamos a quien hacen honor? Giuseppe Lodovico Lagrangia, más conocido como Joseph-Louis Lagrange, fue un astrónomo, matemático y físico italiano autor de numerosos trabajos, entre los que destacó el desarrollo de la conocida como mecánica Lagrangiana. En esta reformulación de la mecánica clásica, la trayectoria de un objeto se obtiene encontrando la trayectoria que minimiza la acción. Pero, no nos desviemos de nuestro objetivo: ¿cuáles son los puntos de Lagrange?
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Representación de los cinco puntos de Lagrange del sistema Sol-Tierra
Tal y como puedes ver en la imagen que te dejamos sobre estas líneas, existen cinco puntos de Lagrange. El primero de ellos, conocido como L1, se encuentra entre el Sol y la Tierra. Este es el lugar ideal para poder estudiar al astro rey y no tener a nuestro planeta bloqueando la vista. Un ejemplo de objeto que se encuentra en este punto es el telescopio SOHO.
El segundo punto de Lagrange, L2, está en el lado opuesto al L1, siempre a la sombra de nuestro planeta. La gran ventaja de los objetos situados en esta posición es que pueden observar el cosmos sin que la luz del Sol interfiera. El telescopio espacial James Webb se encuentra en este punto y es por ello que puede observar el universo en toda su magnificencia.
El punto L3 se encuentra en el lado opuesto al L1, solo que en contraposición al Sol. Si un objeto se ubicase en este remoto lugar, desde la Tierra sería invisible, dado que el Sol siempre estaría en su camino y nos bloquearía su visión.
Respecto al L4 y L5, ambos forman un triángulo equilátero junto con L3. Esto les permite ser puntos más estables que los tres anteriores. En caso de producirse desviaciones fuera de ambos puntos de Lagrange, una fuerza de recuperación devolvería a los objetos a esos puntos de estabilidad.
El artículo «Aparcar» objetos en el espacio es posible, solo hay que encontrar el punto exacto. Estos son los cinco estacionamientos que existen en la Vía Láctea fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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