
Elon Musk se ha convertido en una de las personas más importantes del mundo, y no precisamente por buenos motivos. El fundador de Tesla (marca de coches eléctricos cuyas ventas, por cierto, están cayendo en picado en todo el mundo, especialmente en Europa) decidió apoyar la segunda candidatura de Donald Trump con inversiones millonarias y, ahora que el magnate neoyorquino es presidente, se ha vuelto su mano derecha.
El sudafricano (también nacionalizado canadiense gracias a su madre, aunque hay una petición con más de 200 mil firmas para retirarle el pasaporte cuenta con otros negocios aparte de Tesla. Uno de los más recientes es la inteligencia artificial a través de xAI, una startup especializada en su desarrollo y de la que también es fundador.
La compañía acaba de liberar Grok 3, su modelo de IA más avanzado. Asegura que es capaz de hacer frente a sus rivales y superarlos al ser más inteligente que nunca. Además, a diferencia de otras propuestas, como ChatGPT, tiene menos limitaciones y puede ser «políticamente incorrecto», contradiciendo su anterior postura frente a la inteligencia artificial.
Elon Musk solía ser más precavido con la IA
La historia de Elon Musk con la inteligencia artificial se remonta a hace 10 años, cuando cofundó junto a Sam Altman OpenAI, una empresa estadounidense de investigación y despliegue de IA que, inicialmente, no tenía ánimo de lucro, y cuya misión original era asegurar que esta tecnología fuese desarrollada como código libre y en beneficio para toda la humanidad.
Debido a un conflicto de intereses, Elon Musk se retiró de OpenAI y Sam Altman se quedó como CEO de la compañía, la cual es una de las empresas basadas en IA más fructíferas de la industria. Sin embargo, el fundador de xAI está interesado en su compra, haciendo una oferta de 97 mil millones de dólares para controlarla, a lo que Altman respondió que era «ridículo»
Durante sus primeros años en OpenAI, Elon Musk tenía una postura sobre la inteligencia artificial más precavida, abogando por un desarrollo seguro y accesible para todo el mundo. De ahí que mencionase la siguiente frase:
Creo que debería haber algunas regulaciones en inteligencia artificial
La gente cambia, y sus opiniones también; Elon Musk ya no está interesado en regular la IA. De hecho, está trabajando con Donald Trump para desarrollar una cuya misión sea reducir los costes del gobierno. Musk está al cargo del DOGE, un departamento recientemente creado por Trump para aumentar la productividad de los trabajadores federales y reducir gastos, aunque ya se encuentra inmerso en alguna que otra grave polémica.
Como Estados Unidos es el país con la IA más avanzada, ya que es donde más compañías especializadas en su desarrollo hay, no quiere que la Unión Europea se entrometa en su desarrollo; aplicar regulaciones podría «matar» las invenciones estadounidenses al no permitir su libertad, según la administración Trump. Pero lo cierto es que Europa quiere contribuir en su desarrollo, garantizando un uso y entorno seguro para la gente. Algo que no es una prioridad para los Estados Unidos de América.
El artículo Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, preocupado por la expansión de la inteligencia artificial: «Creo que debería haber algunas regulaciones sobre la IA» fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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