
El colegio de ingeniería de la Universidad de Iowa cuenta con su propio Instituto de Investigación de Seguridad de Conducción. ¿Su misión? Tal y como destacan en su página web: conseguir que «las carreteras sean más seguras investigando la conexión entre seres humanos y vehículos». Entre los simuladores que se integran en sus instalaciones, te queremos mostrar el extraordinario NAS-1.
Conociendo el simulador NAS-1
Bienvenido a uno de los simuladores de vehículos más avanzados del planeta. El planteamiento es sencillo. Se trata de ubicar al conductor en un vehículo real, rodeado por una pantalla de 360º y permitiendo que la experiencia sea lo más cercana posible a la realidad. Para ello, el coche incluye vibraciones que simulan la conducción en diferentes calzadas, además de ser capaz de girar, inclinarse o rotar respecto al entorno que está siendo simulado.
La página web del NAS-1 asegura que estamos ante «uno de los simuladores de mayor fidelidad del mundo». Las vibraciones son producidas a través de los actuadores hidráulicos conectados al vehículo. Por cierto, el simulador se encuentra en el interior de una cúpula de más de 7 metros de altura, montada sobre un anillo capaz de rotarla hasta 330º grandos en el eje vertical.
El movimiento en los ejes X e Y se consigue a través de carriles de 20 metros de longitud, capaces de representar aceleraciones, el frenado del vehículo o el giro del volante. Habitualmente, estos movimientos se utilizan para poder generar situaciones en las que el conductor, a veces los sistemas de conducción autónoma, debe tomar decisiones en décimas de segundo. En el interior de la cúpula se puede integrar un coche de tamaño real, aunque también hay espacio para un deportivo, un camión o un tractor.

El simulador NAS-1 funcionando con un tractor en su interior
En el interior del vehículo, un sistema de cámaras y sensores realizan un seguimiento de la cabeza del conductor, así como de su mirada o de la posición del cuerpo durante la conducción. El acelerador, embrague y freno cuentan con un sistema háptico capaz de simular los modernos sistemas de aviso. Sin embargo, uno de los grandes puntos fuertes del simulador es la enorme pantalla, con 40º de ángulo de visión y 16 proyectores LED de alta definición.
Lo interesante del NAS-1 es que es capaz de reproducir carreteras de todo el mundo, ya sean urbanas, suburbanas, estatales, interestales o rurales, así como realizar recorridos de día, de noche o en cualquier condición atmosférica. De hecho, su sistema de sonido también puede replicar el sonido del viento, las ruedas, el motor o el tráfico, para que la experiencia sea lo más inmersiva posible.

Simulación de un entorno urbano por la noche en el NAS-1
Por último, el software integrado en el simulador NAS-1 se compone de diferentes subsistemas que se comunican entre sí, lo que permite integrar hardware y software de terceros sin ningún tipo de problema. Para atender las necesidades de las investigaciones o de los patrocinadores, los ingenieros de la Universidad de Iowa pueden modificar el software o actualizarlo para conseguir una experiencia ideal para cada propósito.
El artículo Este es el simulador de conducción más grande y realista del mundo. Se encuentra en Estados Unidos y es único fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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