
Cuantas veces te ha pasado que te quitas una sudadera o una camiseta y el contacto entre el tejido y tu pelo provoca que este último se levante y que, tras tocar un objeto metálico, acabes sintiendo una pequeña descarga eléctrica, ¿verdad? Este efecto es de sobra conocido en la ciencia y es el que ha servido de base para crear un nuevo método de generación de energía limpia del que nunca antes habíamos oido hablar.
Generando electricidad a través del efecto triboeléctrico
Recientemente, una investigación publicada en la revista científica Small nos permite conocer un método de generación de energía que se sirve de pequeñas cuentas de plástico para utilizar el poder del efecto triboeléctrico. Hablamos de la electricidad que está causada por el contacto entre materiales, en este caso denominados TENGs, acrónimo de nanogeneradores triboeléctricos.
Un equipo internacional de investigadores, conformado por científicos de la Vrije Universiteit Brussel, la Universidad Técnica de Riga, el Instituto de Tecnología de Melbourne y el Instituto MESA+, ha conseguido generar electricidad a través de la fricción entre dos superficies creadas a partir de pequeñas cuentas de plástico extremadamente juntas.
Durante la fricción, algunas cuentas obtienen cargas positivas y otras obtienen cargas negativas, Cuanto más eficiente es la transferencia de esas cargas, mayor es la electricidad que se genera. El efecto más destacado se obtiene con cuentas fabricadas en un material conocido como formaldehído de melamina, que posee baja elasticidad, lo que significa que es menos flexible, pero mejor en soportar y transferir cargas eléctricas.
A menudo, la tecnología necesaria para fabricar nanogeneradores triboeléctricos es cara, pero el uso de pequeñas cuentas abarata los costes y mejora su rendimiento. El proceso, si se realiza en seco, es más sostenible, ya que se eliminan de la ecuación los disolventes. Pero, ¿cómo sería posible generar energía con un material de este tipo?
Piensa en prendas de ropa que generan energía mientras te mueves o en wearables que no necesitan ser cargados para funcionar. Estas y otras muchas aplicaciones es lo que nos ofrecen los nanogeneradores triboeléctricos creados a partir de cuentas de plástico. El autor del estudio, el doctor Ignaas Jimidar, declara en el comunicado publicado en la página web de la Vrije Universiteit Brussel que «nuestra investigación demuestra que pequeños cambios en la selección del material pueden llevar a mejoras significativas en la generación eficiente de energía».
Por el momento, estamos hablando de un concepto teórico, dado que su aplicación en el mundo real aún está lejos de materializarse. Sin embargo, Ignaas Jimidar afirma que «esto abre nuevas posibilidades para los nanogeneradores triboeléctricos en la vida cotidiana, sin depender de las fuentes de energía tradicionales». Nuevas investigaciones podrían abrir la puerta a nuevas oportunidades en este sector.
El artículo Ignaas Jimidar, doctor e investigador, sobre el plástico inteligente que podrían sustituir a los combustibles fósiles: «Esto abre nuevas posibilidades para no depender de las fuentes de tradicionales» fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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