El ADN no miente y rompe uno de los grandes mitos sobre Europa: hace 3.000 años los humanos tenían la piel oscura

Nuevos hallazgos exponen que el color claro de piel, que a menudo se asocia a las poblaciones milenarias de nuestro continente, parece que empezó a ser común en las distintas regiones de Europa mucho más tarde de lo que nadie antes había anticipado. Además, parece que esta pigmentación fue adquirida a partir de complejos procesos que mezclaron genética y condiciones ambientales durante miles de años.

Desmontando el mito del color de piel de la población europea de hace 45.000 años

Un reciente estudio publicado como preartículo en el repositorio bioRxiv explora que el rastro de la pigmentación clara de la piel de los habitantes europeos fue un proceso gradual, siendo una realidad que las poblaciones de la Edad de Bronce y la Edad de Hierro aún contaban con un tono de piel mucho más oscuro del que siempre habíamos pensado.

Para llevar a cabo el estudio, investigadores de la Universidad de Ferrara utilizaron un método para estudiar la información genética de nuestros antepasados relacionada con la pigmentación. Los alelos de pigmentación clara se fueron haciendo más frecuentes a medida que los seres humanos procedentes de África se dispersaban a zonas con menor radiación ultravioleta.

Distribución de la pigmentación de la piel en Europa a lo largo de los últimos 45.000 años

Distribución de la pigmentación de la piel en Europa a lo largo de los últimos 45.000 años

En esta investigación, se utilizaron genomas antiguos con una alta cobertura, entre los que destacaban el de un ancestro que vivió en la actual Rusia hace 45.000 años y el de un individuo que vivió en Suecia hace 9.000 años. Después de un exhaustivo análisis, en el que no entraremos, pero que puedes consultar en el estudio al que hemos hecho referencia, se puede afirmar que la mayoría de habitantes del Neolítico, hace entre 45.000 y 13.000 años, poseían una piel de tono oscuro.

A medida que nos acercamos al presente, viajando hasta el Mesolítico, hace entre 14.000 y 4.000 años, los ojos de color claro son más abundantes, con 11 de 35 muestras que confirman ese fenotipo de habitantes del norte y oeste de Europa. Sin embargo, el pelo y la piel continúan siendo oscuros. En aquella era, en Suecia comienzan a aparecer tonalidades más claras, aunque aún no son numerosas.

Coincidiendo con la llegada de granjeros procedentes de Anatolia, una región del Asia menor, los tonos de piel claro fueron convirtiéndose en más habituales, aunque los fenotipos oscuros permanecían en el sur y el este de Europa. Además, las primeras muestras de gente pelirroja ya se veían en la actual Turquía.

Acercándonos a la Edad de Hierro, hace entre 3.000 y 1.700 años, la pigmentación oscura aún continuaba siendo importante en España, Italia y Rusia. Sin embargo, a raíz de una época de mayor migración y de la expansión de las poblaciones agrícolas, el cambio en las pigmentaciones fue más que evidente, dejándonos un continente con fenotipos realmente variados y con tonos de ojos, pelo y piel de lo más heterogéneos.

El artículo El ADN no miente y rompe uno de los grandes mitos sobre Europa: hace 3.000 años los humanos tenían la piel oscura fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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