
Una nueva generación de reactores nucleares está a la vuelta de la esquina, siendo capaces de ser más eficientes en el consumo de combustible y más seguros que anteriores modelos. Hablamos de los conocidos como reactores modulares pequeños, también reconocibles por las siglas SMR, que podrían beneficiar a empresas, países y ciudadanos gracias a la producción de energía limpia. Sin embargo, una nube oscura se vislumbra en el horizonte: cómo producir uranio enriquecido sin la ayuda de Rusia.
Estados Unidos confía en el «downblending» para su próxima generación de reactores nucleares
La energía nuclear, a pesar de todos los tópicos falsos que se puedan leer a lo largo y ancho de la red, es una fuente de electricidad que podría representar una tabla de salvación para la humanidad de las próximas décadas. Sin embargo, ahora que parece que los reactores modulares pequeños empezarán a ser instalados en muchos países desarrollados, son varias las cuestiones que habría que empezar a atajar.
Como principales ventajas de los SMR, tenemos constancia de que estamos hablando de instalaciones de menor coste que las actuales y de las posibilidades de ser construidas en diferentes escalas. Y lo que es más importante, dado que pueden tener un tamaño similar a las centrales eléctricas de carbón, los SMR podrían ubicarse en aquellas que ya han sido desmanteladas.
Compañías como Amazon ya están invirtiendo en este tipo de reactores modulares pequeños, cuyo objetivo sería aportar 5 gigavatios para proyectos digitales para el año 2039. El enriquecimiento de uranio es una manera de generar el combustible necesario para estos SMR, aunque también se podría extraer este elemento de cabezas nucleares o de antiguos proyectos.
Sin embargo, entre ambos métodos, un proceso parece que podría salvar el desarrollo de los más modernos reactores nucleares. Estamos hablando de lo que se conoce como «downblending», es decir, hacer lo opuesto del enriquecimiento de uranio. En este caso, el uranio altamente enriquecido, con concentraciones superiores al 20%, se diluiría con uranio empobrecido hasta tener concentraciones entre el 5% y el 19,75%, tal y como se asegura en la información recogida en el medio Popular Mechanics.
En este caso, estaríamos frente a un combustible, denominado uranio poco enriquecido de alto ensayo o HALEU, aún seguro para utilizar en los reactores modulares pequeños. Jeff Chamberlin, uno de los máximos responsables de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear, habla acerca de este combustible:
Hemos estado haciéndolo durante décadas en la NNSA. El material se dejó de lado y el sobrante declarado para nuestras necesidades de defensa fue almacenado hace 20-30 años para asegurarnos que teníamos suministros para nuestros reactores de investigación y la producción de isótopos médicos.
Parece que la industria necesita un empujón de gobierno, dado que la situación actual está en punto muerto. Los desarrolladores de estos reactores nucleares no quieren continuar gastando dinero mientras no haya un combustible fiable y, por otro lado, nadie quiere desarrollar un combustible que no puede probarse en ningún reactor actual. Parece que la solución del «downblending» podría ayudar, aunque estamos hablando de un corto plazo. Más adelante, el problema continuará mirando a la cara a los responsables de la industria nuclear estadounidense.
El artículo Estados Unidos se queda sin uranio para su energía nuclear, pero ya tiene planes para solucionarlo: el reciclaje va a ser muy importante fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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