La domesticación de este animal ha influido mucho más de lo que te piensas en el ser humano

Como bien habrás podido adivinar, el animal del que vamos a hablar en este artículo es el perro. Nos encanta compartir noticias acerca de uno de los mejores amigos del ser humano, del que ya te hemos hablado al hablar de las razas de perro que están en peligro de extinción o del motivo por el que a los perros les gusta comer hierba. Ahora, queremos profundizar en la relación que nos une con ellos y que es más equitativa de lo que podías pensar.

La relación recíproca entre humanos y perros

El ser humano es un animal social, que posee milenios de historia a sus espaldas y que ha aprendido a domesticar a algunas especies de animales. Este hecho, el de compartir una vida junto con otras especies no sólo ha influido en ellas, sino que nos ha configurado de una manera muy particular. Y ha sido gracias al artículo publicado en la revista científica Journal of Ethnobiology que podemos conocer cómo nos han influido los perros en la historia reciente.

Podrías pensar, y no estarías equivocado, que éstos comenzaron siendo nuestros compañeros de aventuras cuando íbamos de caza o como medio de transporte en aquellos lugares donde los trineos eran tirados por animales domésticos. De hecho, en Siberia se han hallado restos de estos trineos con más de 9.500 años de antigüedad, aunque los investigadores afirman que su uso podrían datarse incluso hace 15.000 años.

Sin embargo, no sólo parece que hayamos utilizado a los perros como simples ‘herramientas’, sino que hemos aprendido a amar a otras especies durante este aprendizaje. Por ejemplo, uno de los primeros casos conocidos en que se puede establecer un vínculo entre perros y humanos fue analizado en el artículo publicado en la revista Journal of Archaeological Science, allá por 2018, donde se detalla cómo un cachorro de perro fue hallado en la cueva de Bonn-Oberkassel enterrado junto con dos humanos.

Imagen de los restos humanos y del pequeño perro encontrados en la cueva de Bon-Oberkassel

A partir de la domesticación del perro, parece que el ser humano fue aprendiendo a domesticar otras especies, lo que nos lleva, inevitablemente, a tener que mencionar los inicios de la ganadería. Y es que, esta nueva manera de entender las especies que teníamos a nuestro alrededor, permitió que el ser humano comenzase a abandonar la vida nómada para empezar a construir asentamientos.

Sin embargo, el estudio no sólo apunta a este tipo de eventos como muestra de nuestra relación recíproca con los perros, sino que señala la hipótesis de que la presencia de estos animales puso en marcha el concepto que muchos científicos denominan como ‘codomesticación’. Por cierto, no sólo compartimos vivencias con nuestros amigos de cuatro patas desde hace años, sino que también parte de nuestra genética.

Se sabe que tenemos los genes ABCG5 y ABCG8 en común con los perros, encargados del transporte del colesterol, y esto podría deberse a que desde el Paleolítico hemos adaptado nuestra dieta para hacerla más abundante en plantas. Además, también tenemos en común el gen SLC6A4, involucrado en el transporte de serotonina, fundamental para nuestro sistema nervioso. Los autores del estudio aseguran, finalmente, que:

Hemos utilizado modelos de regresión multivariantes para examinar las asociaciones con factores ecológicos, prácticas de subsistencia, recursos defensivos y aspectos de género de la interacción perro-humano.

El artículo La domesticación de este animal ha influido mucho más de lo que te piensas en el ser humano fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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