Ponemos a prueba el reloj inteligente –o conectado– Lotus Connected D

Como geek irredento y confeso se supone que me gustan los gadgets. Y en general es así. Pero hay una categoría en la que no acabo de entrar, que es la de los smartwatches o relojes inteligentes. Sin duda esto es porque me gustan mucho los relojes analógicos, a poder ser automáticos. Y ninguno de los relojes inteligentes que había probado hasta ahora se les aproximaba. Al menos hasta que he visto los Festina Connected D y los Lotus Connected D, fundamentalmente porque aunque incorporan funciones de reloj inteligente conservan una esfera analógica de toda la vida y parecen relojes tradicionales en lugar de smartwatches. Aunque el fabricante no se refiere a ellos como relojes inteligentes sino como relojes conectados.

He estado probado durante unas semanas el Lotus Connected D en azul y de él hablaré en esta reseña. Pero salvo las diferencias estéticas y de medidas que mencionaré todo lo que escriba en esta reseña se aplica también al Festina Connected D.

El Lotus Connected D se presenta con una caja en fibra de carbono de 45 mm de diámetro y 14,56 de grosor. Su peso es de 89 gramos. Viene con una correa de caucho con cierre de hebilla en varios colores que combina con detalles de color a juego en la esfera y la corona. La correa es más que suficiente para una muñeca de 21,5 cm como la mía; de hecho me sobran algunos agujeros. La esfera tiene cristal de zafiro y está rodeada por un taquímetro. El reloj es resistente al agua hasta las tres atmósferas. Funciona con un movimiento híbrido Fks934 Smart Watch.

El Festina Connected D, por su parte, tiene una caja de titanio de de 44 mm de diámetro con un grosor de 13,96 y un peso de 91 gramos. La esfera está rodeada por un bisel de color negro con las horas. No sé la longitud de la correa, también de caucho, pero supongo que será igual que la del Lotus.

En ambos relojes la mitad inferior de la esfera está ocupada por una pantalla OLED que es en la que se interactúa con la parte conectada del reloj. Es una pantalla lo suficientemente brillante como para verla sin mayores problemas incluso al Sol. Pero no es táctil. La interacción con las diferentes funciones del reloj se hace mediante la corona, los dos botones que hay al lado de ella, y la app Lotus que tienes que instalar en tu teléfono móvil. Está disponible para Android 8 o superior e iOS 15 o superior. Aunque para poder sacarle todo el partido al reloj tendrás que crearte una cuenta con tu fecha de nacimiento, sexo, altura y peso. El emparejamiento entre el reloj y el móvil usa Bluetooth de baja energía.

El software que da vida a los relojes es un desarrollo propio del grupo Festina basado en lo que ya había desarrollado Kronaby, empresa adquirida en 2019. Esto le da la ventaja de no tener que depender de terceras partes para mantenerlo actualizado. Pero también supone que la empresa tiene que mantener un nivel de compromiso extra con sus relojes conectados al no ser responsables sólo del hardware.

La batería integrada –la caja incluye un cargador con su cable USB A a USB C– dura unos diez días según el fabricante. En mi experiencia una carga a la semana ha sido suficiente. Es una batería de botón de iones de litio PD2430 que, como es habitual con cualquier tipo de reloj, no es reemplazable por el usuario, entre otras cosas por la necesidad de sellar de nuevo la caja del reloj una vez abierta para cambiarla.

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