Cuál es el kilometraje máximo de un coche eléctrico

Estimar la vida útil en kilómetros de un coche de combustión nunca ha sido tarea fácil. Es necesario conocer bien el tipo de motor y las peculiaridades del modelo, así como también deben pasar unos cuantos años para poder dar con una estimación que se acerque a la realidad. Con los coches eléctricos, esta tarea se vuelve aún más difícil, pues son otros factores los que intervienen en la durabilidad del vehículo.

Como bien sabrás, en el coche eléctrico desaparece el motor térmico, la transmisión y el embrague, para dar paso a un sistema mucho más sencillo y eficiente, como es el motor eléctrico. Eliminando complejidad mecánica de la ecuación, lo que podríamos esperar es que un coche eléctrico tuviera una durabilidad muchísimo más alta que la de un automóvil de toda la vida.

Sin embargo, estos coches tienen un nuevo punto débil, que es la propia batería. En condiciones normales, la batería de litio del coche eléctrico irá perdiendo poco a poco su capacidad con el uso. No obstante, también puede acelerarse el desgaste si se hace una mala utilización del automóvil.

Entonces, ¿qué vida útil tiene un coche eléctrico? ¿Qué kilometraje voy a poder hacer como máximo? En este artículo vamos a dar respuesta a esas cuestiones, así como también vamos a arrojar luz sobre muchos mitos que están bastante asentados en la sociedad actual.

¿Cómo puedo saber la durabilidad de un coche eléctrico?

¿Te imaginas que compras un móvil y que ponga en la caja el número de días que te va a durar de media? A pesar de que los productos que salen al mercado actual están más que probados, a los fabricantes rara vez les va a interesar eso de proporcionarnos una cifra estimada de vida útil.

En cambio, con el coche eléctrico ocurre algo muy diferente, pues son los propios fabricantes los que van a facilitarnos de forma indirecta este dato. El motivo por el que lo hacen es para frenar la gran cantidad de desinformación que hay acerca de estos vehículos, y que, en cierta medida, estaban dañando las ventas.

El método más sencillo para saber de antemano lo que puede durar la batería de un coche eléctrico es mirar la garantía que ofrece el fabricante. La mayoría de las marcas están ofreciendo garantías de 8 años o 160.000 kilómetros para sus vehículos. Estas cifras no significan que tu coche vaya a durar eso, sino que la empresa que lo produce se siente cómoda con esos valores, pues están dentro del margen de seguridad que han establecido en sus pruebas.

Además, los modelos más avanzados de determinadas marcas llegan a ofrecer cifras todavía más altas. Por ejemplo, Tesla da una garantía de 8 años o 240.000 kilómetros para el Model S y el Model X. En ambos casos, se comprometen a cambiar el componente si la capacidad del litio baja del 70% antes de cumplirse cualquiera de las dos condiciones. Por tanto, los coches eléctricos de gran autonomía ya prometen, desde el papel, vidas útiles similares a la de coches de combustión equivalentes.

¿Qué kilometraje máximo puede hacer un eléctrico antes de irse al desguace?

Con garantías entre los 160.000 y los 240.000 kilómetros, lo que nos están diciendo entre líneas los fabricantes es que deberíamos perder ese miedo a la degradación de las baterías de los coches eléctricos. Con estos números, cualquier eléctrico podría recorrer fácilmente entre 200.000 y 350.000 kilómetros antes de dar por concluida su vida, datos bastante similares a los que tendríamos en vehículos de combustión.

Obviamente, la degradación va a depender del uso que hagamos del vehículo. Si utilizamos el coche para desplazamientos en carretera y abusamos de los cargadores rápidos, el litio se va a resentir mucho más que si cargamos por las noches en casa en condiciones óptimas y a una velocidad mucho más moderada.

¿Tan importante es la batería en la vida útil de un coche eléctrico?

Esta inocente pregunta es mucho más sensata de lo que mucha gente cree. En la situación actual, se da por hecho que si un coche eléctrico tiene una batería para cambiar, el coche ya lo ha dado todo y debe ir al desguace.

Nos hemos acostumbrado a cambiar de móvil tan pronto como perdemos horas de autonomía. Y todo parece indicar que también tendremos que cambiar de coche cuando el vehículo ya no sea capaz de llevarnos del punto A al B sin tener que hacer una parada.

Obviamente, ese razonamiento no tiene demasiado sentido. Primero, porque el coche eléctrico tiene como objetivo neutralizar las emisiones de dióxido de carbono. Si ser más ecologista implica cambiar de coche de forma más periódica que antes, estaremos haciéndole un flaco favor a la naturaleza.

Por otro lado, el motivo por el que actualmente se descarta la opción del trasplante de batería es por el precio, pero esto debería cambiar en el futuro. Al crecer el número de fabricantes y ganar escala, los precios de las baterías deberían bajar. Y, al igual que es posible ir a un taller con un coche de combustión gripado y ponerle el motor de otro vehículo por poco dinero, también cabría esperar que en un futuro no muy lejano, podamos reemplazar la batería de un coche eléctrico por una nueva sin que el coste del proceso sea desorbitado.

¿Cómo puedo saber la vida útil que le queda a un coche eléctrico?

Comprar un vehículo en el mercado de ocasión requiere poner bastante atención al detalle para no encontrar luego sorpresas desagradables. Con el vehículo de combustión, tenemos muchas pistas que se pueden analizar para determinar si nos saldrá o no rentable la compra. Eso sí, es necesario tener ciertas nociones de mecánica para diferenciar entre un producto que está en buenas condiciones, y otro que es un desastre.

El problema que vamos a encontrar a la hora de adquirir un coche eléctrico de segunda mano es que la batería no se puede comprobar de un vistazo con una linterna, como sí podrías hacer con el motor de un coche diésel o gasolina de los de toda la vida.

Cada marca que comercializa coches eléctricos tiene sus sistemas para conocer el estado de las baterías. Lo ideal es que te informes de la forma de sacar estos datos en función de la marca y modelo que vayas a analizar, que son los siguientes:

Condición de la batería (SoH): al igual que ocurre en móviles y portátiles, los coches eléctricos tienen un parámetro que nos indica la capacidad actual de la batería en comparación con la salud original. Se expresa en un porcentaje, aunque puede ir acompañado de un texto. Un coche con un SoH por debajo del 70% no es muy recomendable, mientras que otro con una salud entre el 80 y el 90%, será aceptable, siempre y cuando tenga ya el vehículo unos cuantos años.Historial de carga: nos indicará el uso que ha tenido el vehículo con su anterior dueño. Un uso muy seguido de las estaciones de carga rápida puede acelerar el desgaste de la batería.Garantía restante: los distintos componentes de un coche eléctrico están sujetos a distintos periodos de garantía. Como dijimos antes, la batería tiene un margen muy amplio. Siempre y cuando no se haya superado el kilometraje o la edad, el vehículo seguirá en garantía, independientemente de que cambie de dueño.Historial de mantenimientos: hablaremos un poco más en detalle de esto en el epígrafe final, pero la idea aquí es que no te confíes. Aunque estés comprando un coche eléctrico, un vehículo que ha tenido buenos mantenimientos —y que se pueden demostrar—, va a ser generalmente mejor compra que otro que no haya pasado jamás por el taller.

El mantenimiento sigue siendo la clave para garantizar la durabilidad

Seguro que has escuchado miles de veces eso de que los coches eléctricos no tienen mantenimiento. La frase se ha popularizado y extendido, tanto entre los que tienen un eléctrico, como entre los que no tienen la más mínima intención de comprar uno.

¿Es cierta la afirmación? Pues no, no lo es. El coche eléctrico nos permite hacer muchos kilómetros al año sin tener que hacer los típicos mantenimientos que solemos hacer a un automóvil de combustión, como son los aceites y los filtros. Sin embargo, en el resto de elementos, te sorprenderá saber este curioso dato: quitando la batería y el motor, tu coche eléctrico sigue siendo un coche.

Esto que acabamos de comentar es algo que mucha gente no acaba de comprender, pues piensan que el coche eléctrico es una máquina tecnológica radicalmente diferente a un vehículo de combustión. Si pusiéramos un Tesla en un elevador, veríamos que tiene una suspensión como un coche normal, un circuito de refrigerante y un sistema hidráulico para los frenos que, obviamente, sí tienen mantenimiento.

Además, hay otros casos en los que los fabricantes de los coches eléctricos no son claros del todo, como ocurre con el aceite de la unidad de transmisión en los vehículos que la tienen. Hay profesionales que han investigado en laboratorio la calidad de estos lubricantes después de haber hecho una serie de kilómetros, y los resultados indican que deberíamos cambiar estos fluidos cada cierto tiempo —independientemente de que el fabricante del coche diga que no hace falta—.

En este caso, estaríamos en un escenario similar al de un coche de combustión. ¿Te arriesgarías a provocar un daño irreversible al ICE de tu coche eléctrico por no hacer un cambio de aceite y filtros que cuesta algo así como 100 euros?

El artículo Cuál es el kilometraje máximo de un coche eléctrico fue publicado originalmente en Urban Tecno.