A pesar de que el cambio climático admite muchos debates, incluso en materia de cómo se puede contribuir a frenar el calentamiento global, es una evidencia que el fenómeno lleva intensificándose desde hace décadas y que, en gran parte, el ser humano ha tenido mucho que ver. En varias ocasiones te hemos contado las consecuencias del cambio climático y ahora, por desgracia, lamentamos una de las más terribles: el fallecimiento de especies animales.
El ataque directo a esta especie de primates mexicanos
Son noticias que no nos gusta tener que redactan, pero que ejemplifican cómo algunas zonas del planeta sufren tempranas olas de calor en épocas poco habituales. Según la información publicada por la agencia de noticias The Associated Press, desde el pasado 16 de mayo, centenares de monos aulladores han sido encontrados muertos en México.
El estado de Tabasco, colindante con el golfo de México, ha sido el lugar donde hasta 138 de estos primates han perdido la vida y donde docenas más han sido rescatados en pobres condiciones de salud. El doctor Sergio Valenzuela habla acerca de los monos que ha podido atender en su consulta veterinaria, asegurando que ‘llegaron en condición crítica, con deshidratación y fiebre, completamente indefensos, y con un golpe de calor’.
Las temperaturas en los últimos días en el país americano han alcanzado los 45ºC y no sólo se han llevado por delante a centenares de monos aulladores, sino también a otros animales y a 26 personas, desde el pasado mes de marzo. Los primates, habitualmente bastante agresivos y con un grito muy peculiar, se mostraron exhaustos y tuvieron que ser tratados con hielo en sus extremidades y con suplementación intravenosa y electrolitos.
Ejemplares de monos aulladores rescatados y siendo tratados contra la reciente ola de calor
Según el doctor Valenzuela, los monos están recuperándose en su clínica, encerrados en jaulas. Pero parece que empiezan a volver a ser los animales que todo el mundo reconoce. El doctor afirma que ‘están agresivos…volviendo a morder de nuevo’. Sin embargo, el biólogo Gilberto Pozo nos habla de la otra cara de la moneda, ya que ha sido testigo de las muertes de algunos de estos animales.
El científico asegura que los monos ‘caían de los árboles como manzanas’ y que pudo constatar que estaban en un ‘severo estado de deshidratación, muriendo en cuestión de minutos’. De hecho, dado que muchos caían al suelo rendidos desde las alturas, la propia caída han contribuido a rematar a algunos de estos monos aulladores.
Y a pesar de las buenas intenciones de la gente de las localidades cercanas, ayudar a los bebés de esta especie llevándoles a sus casas y proporcionándoles comida y agua no es la mejor de las ideas, dado que perros y gatos pueden transmitir patógenos muy peligrosos para los recién nacidos. Parece, por desgracia, que la combinación de altas temperaturas y una media de lluvias inferior a lo habitual está provocando un fenómeno que nos alerta de la situación de algunos lugares del planeta.
El artículo El calentamiento global pone contra las cuerdas la población de monos en México fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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