Sensores con ruedas

Una patente solicitada por Ford en enero de 2023 apunta al uso de los cada vez más ubicuos sensores de todo tipo situados en sus automóviles para detectar el paso de otros vehículos que excedan la velocidad permitida en una vía, tomar imágenes de ellos con sus cámaras y denunciarlos a la policía.

Una medida que convierte a los vehículos en auténticos «chivatos» que denunciarían a aquellos que infringen las condiciones de la vía, y que multiplicaría las capacidades de la policía para detectar a los infractores. Los vehículos con este sistema instalado estarían, de hecho, trabajando para la policía, y contribuyendo a unas condiciones de circulación más seguras.

¿Qué ocurre a medida que los automóviles se convierten, cada vez más, en auténticas constelaciones de sensores capaces de detectar velocidad, medir distancias y tomar imágenes o vídeo? Muchos vehículos actuales son capaces no solo de circular por un carril, adaptar su velocidad al trazado de la vía y mantener la distancia de seguridad con otros vehículos, sino también de detectar obstáculos o incluso de activar todas las cámaras y grabar vídeo cada vez que el conductor presiona el claxon, para capturar todos los posibles detalles de un incidente. También pueden reducir la velocidad ante determinadas circunstancias de la circulación, adaptarla a la del resto de vehículos que circulan por la vía, o reducirla en función de la climatología o de las condiciones de iluminación.

Otros vehículos poseen un «modo centinela» que se activa automáticamente cuando el vehículo está aparcado, y toma varios segundos de vídeo de cualquier persona o vehículo que se acerque a cierta distancia de él, manteniéndolo en su unidad de almacenamiento para que el propietario lo examine cuando llegue al vehículo. También existe la posibilidad de activar las cámaras del vehículo a distancia y observarlas en tiempo real desde la aplicación correspondiente en el smartphone, lo que hipotéticamente convertiría al vehículo, en función de dónde esté estacionado, en un dispositivo de vigilancia.

El uso de esos sensores suelen ponerse al servicio de la seguridad del conductor o del vehículo, pero la solicitud de patente de Ford estaría interpretando esa seguridad desde un punto de vista más amplio: la seguridad del conductor no solo está determinada por su comportamiento y el de su vehículo, sino también por el de los conductores y vehículos que lo rodean: un vehículo que circula excediendo los límites de la vía por la que circulas supone un potencial peligro, y por tanto, deberías reportarlo a las autoridades para que cursasen la correspondiente sanción. Después de todo, ¿cuántas veces no habríamos deseado, cuando un conductor lleva a cabo una maniobra que nos pone claramente en peligro, que hubiese un coche de la policía ahí para multarlo en ese mismo momento?

En muchos sentidos, la idea se corresponde con un futuro basado en la sensorización de las vías, pero situando esos sensores en otros vehículos, que desde hace tiempo han pasado a equiparlos de manera cada vez más rutinaria. Un futuro en el que el factor humano y sus decisiones van jugando un papel cada vez más residual, en favor de una circulación cada vez más segura. Y ahora, ya no solo en función de los sensores de tu vehículo, sino también de los que te rodean.

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