El embrague es uno de los elementos claves para el funcionamiento del coche, ya que de su acción depende que los engranajes de la transmisión se desconecten para poder engranar una u otra marcha. Como tal, es un componente que está sometido a grandes esfuerzos y, por lo tanto, es susceptible a un exceso de desgaste que puede derivar en una avería. Se trata además de un componente bastante costoso, por lo que conviene cuidar el embrague si no queremos asumir una avería que ya os adelantamos que no es nada barata.
El principal síntoma para saber que hay un problema de desgastes excesivo en el embrague es cuando notamos que empieza a patinar, algo palpable porque la potencia del motor no llega de una forma correcta a los neumáticos, por lo que el coche pierde fuerzas en pendiente, no logra acelerar correctamente y el motor se revoluciona más de lo normal. Incluso también se puede notar el pedal del embrague duro. Con todo, estos síntomas se dan cuando el embrague ya presenta grandes síntomas de desgaste, pero hay una forma de saber más o menos el estado de este componente antes de llegar a este punto.
La prueba para saber el estado del embrague de nuestro coche es rápida y muy sencilla de llevar a cabo
Se podría considerar que existe un truco para conocer el estado del embrague, pero hay que tener cierto cuidado al llevar a cabo la prueba. Es importante hacerlo en un espacio amplio y sin obstáculos, como por ejemplo un descampado o un aparcamiento sin ocupación. El truco para comprobar el estado del embrague de manera inmediata es muy sencillo y consiste en una vez arrancado el vehículo meter una marcha larga, ya sea la quinta o la sexta -dependiendo del coche- y soltar el embrague de golpe, con rapidez.
Si el embrague está en unas condiciones aceptables, el coche se va a calar al instante. Por el contrario, si el embrague presenta síntomas de un excesivo desgaste el motor se va a mantener en marcha, ya sea durante algunos segundos o de forma más prolongada. Esto es reflejo de que los discos del embrague están patinando y nos va a tocar visitar el taller para cambiar este componente. Quizá no de forma inmediata, pero sí cuando se empiecen a dar los síntomas que hemos referido anteriormente de pérdida de potencia en la entrega de la misma desde el motor hasta las ruedas.
Un uso correcto del pedal del embrague alargará la vida útil de este componente
Cabe señalar que el embrague es una pieza pensada y diseñada para tener una larga vida útil que, con una conducción adecuada, puede llegar incluso a los 250.000 kilómetros. Con todo, es frecuente que nosotros, como conductores, no hagamos un uso correcto del embrague y este componente tenga síntomas de desgaste mucho antes. Por ese motivo hay que evitar acelerar cuando todavía tenemos el pedal del embrague pisado, llevar el pie sobre el pedal porque esto provoca que haya rozamiento sobre los discos del embrague y tener especial cuidado cuando arrancamos en pendiente para hacer un juego de pies correcto.
En líneas generales, la vida del embrague será más prolongada si logramos hacer cambios de marcha precisos y rápidos y recordamos liberar el embrague cuando toca, algo que muchos conductores no hacen. Y no es una cuestión baladí, ya que el precio estándar de un embrague nuevo ronda los 800 euros, aunque hay en modelos de coche que el precio puede ser superior a los 2.000 euros. Además, estos precios pueden verse aumentados si en lugar de un sistema de embrague tradicional estamos ante un embrague con dos volantes de inercia.
El artículo Cómo saber en un minuto si el embrague de un coche está en mal estado fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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