Este robot es, literalmente, una ametralladora con ruedas: así es VIKING, el nuevo robot autónomo de Iveco

Los vehículos militares terrestres de última generación se caracterizan por contar con herramientas suficientes como para superar todo tipo de obstáculos. En el día de hoy queremos hablarte del VIKING, un robot autónomo que tiene la capacidad de contar con toda una serie de armas sobre su estructura. De esta forma, es posible llevar a cabo misiones sin arriesgar posiciones y las vidas de soldados de carne y hueso. ¿Cómo es su funcionamiento y por qué está siendo muy demandado?

VINKING, el vehículo militar que es autónomo y que puede cargar múltiples armas

El VIKING está calificado como un UGV (Unmanned Ground Vehicles). Se caracterizan principalmente por tratarse de unidades que son operadas a distancia y que pueden actuar de forma completamente autónoma. Además, disponen de tracción integral y pueden equipar neumáticos con tacos para poder superar todo tipo de obstáculos presentes en el terreno. Sus refuerzos en áreas sobre el chasis lo convierten en un medio de transporte que puede ser muy difícil de neutralizar en el campo de batalla.

Al contrario que el Rook UGR, este modelo tiene un tamaño más compacto, por lo que puede resultar más interesante en aquellos lugares en los que deba moverse entre callejuelas o espacios de difícil acceso. La empresa Iveco Defence Vehicles ha sido la encargada de su desarrollo, demostrando su larga trayectoria en el sector de la defensa. Podría decirse que el VIKING es una plataforma sobre la que se pueden integrar distintas soluciones en función de las necesidades de cada misión en cuestión.

Sus dimensiones son las siguientes: tres metros de longitud, una altura de 90 centímetros y una anchura de 1,8 metros. Con estos atributos, es posible agregar armamento de gran calibre en la parte superior, así como adaptar la superficie para el traslado de heridos en el campo de batalla. Cuenta con unas cotas offroad de lo más interesantes, ya que puede superar obstáculos verticales de 35 cm, subir por pendientes de hasta el 60% y circular sobre de agua con una profundidad de 0,6 m.

Por último, cabe hacer especial mención a sus prestaciones. Su velocidad máxima es de tan solo 45 km/h, pero lo cierto es que no tiene aspiraciones dinámicas como el Thrust SSC, el cual es considerado como el vehículo terrestre más rápido del mundo. De hecho, posee una mecánica híbrida que hace que se trata de un vehículo muy silencioso en los entornos urbanos.

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