Cómo sabe una máquina de vending qué moneda estás usando y por qué no es tan fácil de engañar

Las máquinas expendedoras son realmente populares en todo el mundo. Son uno de los negocios más rentables que se pueden fundar a bajo coste y, además, en ciertos países su uso no sólo se limita a snacks y bebidas, sino que incluye tecnología, ropa o accesorios varios para salvarnos de un apuro en un momento dado. Sin embargo, ¿te has preguntado alguna vez cómo es posible que una máquina de vending distinga monedas de curso legal de monedas falsas?

La ciencia detrás de las máquinas expendedoras

Todos hemos utilizado monedas de 1 euro, quizás de otro valor o en otro siglo incluso pesetas, para intentar aplacar nuestra sed o el hambre en un momento dado. La picaresca funcionaba antiguamente en máquinas recreativas y máquinas expendedoras y si no te lo crees, pregunta a tus familiares de mayor edad cómo era posible engañar a las máquinas con un simple hilo y un trozo de metal.

Los tiempos cambian y la tecnología evoluciona, no sólo para el usuario particular, sino también para las empresas de vending. Actualmente, las modernas máquinas expendedoras son capaces de reconocer si una moneda es falsa y también la cantidad de monedas que hemos introducido para adquirir un producto. Y esto es posible gracias a un par de instrumentos incorporados en el interior de estas máquinas.

De acuerdo. Introducimos una moneda en la ranura de la máquina. Lo primero que se interpondrá en el camino de la moneda es un par de sensores de luz, que permitirán medir el grosor de la moneda. Acto seguido, un par de electroimanes serán capaces de discernir con qué tipo de metal se ha fabricado la moneda. Si después de ambas mediciones la máquina confirma que es una moneda de curso legal, ésta se incorporará al depósito de sus equivalentes, mientras que si es falsa regresará a su dueño a través de la rampa de descartes.

Por cierto, además de esta tecnología para detectar monedas falsas, también existen métodos para evitar tener que arremeter con toda nuestra furia cuando la máquina nos deja sin el producto que hemos seleccionado, ya que se atasca con el mecanismo espiral que guarda los productos de uno en uno. En ese caso, un pequeño ordenador es el que se encarga de controlar cada uno de los motores que se ubican en la parte posterior de cada línea de producto.

Cuando el usuario selecciona el número de su snack favorito, este ordenador emite la orden al motor para que el mecanismo rote 360º. Hasta aquí más o menos todo transcurre con normalidad. Sin embargo, las máquinas de vending modernas incorporan sensores que emite rayos infrarrojos. Cuando el producto los traspasa, la transacción llega a su fin. Eso sí, cuando éste queda atascado, el ordenador vuelve a ordenar un nuevo giro para que el producto sea lanzado al vacío. Y sí, con suerte, el cliente conseguirá un par de artículos al precio de uno.

El artículo Cómo sabe una máquina de vending qué moneda estás usando y por qué no es tan fácil de engañar fue publicado originalmente en Urban Tecno.

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