La cabeza, en la inmensa mayoría de especies de animales, es la pieza clave para garantizar la supervivencia. En el mundo de los pollos y gallinas, no es distinto, pero en la década de los cuarenta del siglo pasado pasó algo único. Fruto del destino o del mal hacer del dueño de una granja, un pollo consiguió sobrevivir más de un año sin cabeza. Todo se debió a una serie de casuísticas remotas, las cuales permitieron al amo hacerse rico con sus espectáculos.
Mike, el pollo que logró vivir un año sin cabeza
El agricultor Lloyd Olsen Zweedijk, el día 10 de septiembre de 1945, decidió junto a su esposa cenar un pollo de corral que había criado. En el momento de la matanza, el pollo escogido tenía cinco meses y medio superó la envestida del hacha. Se llevó por delante la cabeza, pero no así parte del tejido cerebral y las principales venas y arterias, incluida la yugular. Tras unos minutos en los que se había cortado la hemorragia, se pudo comprobar que respondía a los estímulos a la perfección.
Mike, el pollo sin cabeza que batió todos los récords en la década de los cuarenta, sigue teniendo una festividad propia. Wikipedia
A partir de aquel momento, se centró en su cuidado, dándole agua y leche a través de una jeringuilla. Con el paso de los días, el animal conseguía mantener el equilibrio y moverse, aunque fuera de manera torpe. Tras un tiempo, decidió mostrarlo al público y, ante las expectación que generaba, comenzó a cobrar una tarifa. Lo que empezó como una simple entrada de 25 centavos por persona, se convirtió en la generación de hasta 4.500 dólares mensuales, lo que actualmente serían más de 50.000 dólares.
En marzo de 1947, en mitad de una estancia en otra localidad, el afamado pollo Mike murió. Con su muerte, se estableció el récord mundial del animal que más tiempo consiguió sobrevivir sin cabeza. De igual manera, el éxito cosechado por este pollo se tradujo en la muerte de miles de pollos para ver si nuevamente conseguía el hito de supervivencia. En ningún caso funcionó, ya que lo máximo que se logró era que el cuerpo permaneciera con vida un par de días a lo sumo.
El agricultor protagonista no es aquel hombre que defendió la teoría de ser el inventor del pollo, pero, sin duda alguna, sí consiguió colarse como una de las personas que más rédito ha sacado de la decapitación de un animal. El pollo en cuestión tampoco fue objeto de carnicería, ya que se le practicó una autopsia para determinar qué es lo que le permitió mantenerse con vida durante tanto tiempo.
El artículo La historia de Mike, el pollo que sobrevivió un año sin cabeza y que hizo rico a su dueño fue publicado originalmente en Urban Tecno.
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